Gestión de obra
Una buena gestión de obra se divide en varias fases o etapas básicas:
- Inicio: se plantearán las necesidades y los objetivos de la obra, así como los requisitos mínimos o imprescindibles para que la obra "llegue a buen puerto".
- Planeamiento y diseño: toma de decisiones sobre cómo deben llevarse a cabo los requisitos planteados y el diseño de unos planos para que en todo momento se lleve a cabo cada parte de la obra conforme a lo acordado.
- Ejecución y construcción: la ejecución de la obra es la parte más importante y requiere una atención y supervisión constante para que los plazos se vayan cumpliendo sin demoras excesivas, ni contratiempos en la construcción.
- Monitorización y control: En todo momento se debe llevar un control y hacer unas pruebas básicas para comprobar que todo cumpla las normas de seguridad y los requisitos que se piden en el proyecto.
- Cierre o entrega de la obra: una vez finalizada la obra, debe comprobarse que todo está conforme a los planos y a los contratos establecidos y acabar de cumplir con todas las licencias antes de que se entregue la obra al cliente.
No es necesario que siempre se tengan en cuenta todas las etapas, dependerá del tipo de obra.